Los bebés están llenos de
receptividad hacia los fenómenos externos. Por ello es un gran momento para
aprender a escuchar introduciendo la paz y la alegría de vivir a través de la
música.
Durante las clases haremos a los
bebés partícipes del mundo sonoro que les envuelve, animando al descubrimiento
de sonoridades nuevas tomando como partida los sonidos de la naturaleza, siempre
potenciando la relajación.
Utilizaremos el canto, la escucha
de los sonidos de la naturaleza, los cuentos musicales, audición de distintos
instrumentos y de música, escuchando y utilizando instrumentos de percusión.
Sin olvidar la importancia de la iniciación al movimiento, la relajación y la
alegría del ritmo y las danzas.
Así estimulamos la sensibilidad musical desarrollando las
cualidades musicales y humanas que llevan dentro, el amor a la
música, el aprender a escuchar, la expresión de los sentimientos, el respeto y
la paz interior.
De la misma manera que aprendemos a hablar antes que a escribir,
podemos aprender a cantar y a expresar el ritmo antes de iniciarnos en el
aprendizaje del solfeo, de un instrumento o de la danza. Esta es una excelente
preparación para una educación musical concreta.
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